Oct 24, 2015

silencio y tacto

Me pregunto qué echo más de menos, si el tiempo, si el espacio, quizás al ser, quizás a ti. Me cuesta mucho focalizar mi trayectoria mental pero es cierto que todas las vías me llevan a. Al tiempo compartido, al espacio ocupado a medias. A ti, que me mimas con palabras y me quieres con hechos. 
Me pregunto qué echaré más de menos cuando me vaya. Me pregunto si te buscaré, y si lo hiciera, por qué no lo hice antes, por qué no lo hago ahora que te encuentro, a veces. Puede que estés a medias y puede que las probabilidades de que estés del todo sean muchas y puede que me vende los ojos y me tape los oídos y me agarre el corazón para no darme cuenta de que ya va siendo hora de decidir.
Dos destinos me llaman y tú estás en el punto de partida y sé que ahora toca correr y puede que el futuro lo cambie todo pero a la vez respiro en paz porque sé que en realidad el vínculo es irrompible.
Ayer te leí un poema interminable que hablaba sobre una chica que imaginaba a todos los chicos a los que había besado desde 1999 en una misma habitación. Hoy me invento el mismo poema pero sin todos los chicos excepto tú. E imagino cómo te metería en una habitación minúscula y sin luz y te diría todas las verdades que siempre esperas de mi boca entreabierta. Y casi siempre habría silencio porque es mi idioma favorito. Y casi siempre habría tacto porque es mi sentido favorito. Y casi nunca habría lógica porque somos contradicciones que casi nunca se complementan. O igual a veces. O igual siempre. Y después de mi discurso asegurarías que no te he aportado información nueva porque tú ya lo sabes todo, porque no hace falta verbalizarme para convertirme en verdad.
ANEURYSM