Showing posts with label happenings. Show all posts
Showing posts with label happenings. Show all posts

Oct 21, 2020

quan no dic el que vull dir

Quan dic t'enyoro vull dir t'estimo.
Quan dic m'agrades vull dir t'estimo.
Quan dic et penso vull dir t'estimo.

Però no puc dir-te que t'estimo,
perquè llavors esgotaria aquest bell plaer d'imaginar que ens estimem, de fer veure que no però sí; llavors sempre et diria que t'estimo i oblidaria que també t'enyoro i que m'agrades i que et penso; llavors, potser, posaria punt i part a un paràgraf que encara és molt nou i té ganes de ser viscut; llavors deixaríem passar escenes d'aquesta pel·lícula que ens inventem juntes i de la qual vull memoritzar cada segon.

No t'he dit mai t'estimo i potser mai t'ho diré, però vull dir-te que t'estimo.

Feb 23, 2018

Vomitar la obsesión

Saliendo del bucle puedo escribir. Mientras digo adiós puedo escribir y sonar cuerda, ascendente capricornio, con los pies en el suelo. Puedo hablar habiendo decidido, pero ¿el qué? Yo no he decidido nada que no sea borrar tu teléfono, cuyos números guarda mi subconsciente, uno detrás de otro, junto a dos o tres informaciones más, todas igual de irrelevantes. Hay cosas que no quise borrar pero que formaban parte del pack: un poema, algunas fotos y un par de notas de voz. He podido recuperar el poema, el resto ha sido reemplazado. 

De joven pensé que este rasgo iría desapareciendo a medida que fuera ocupando mi espacio mental en otras cosas inminentes. Empecé a coleccionar trabajos, mudanzas, relaciones, películas tristes y terapias. ¿Era esto hacerse mayor? No lo sé. Pero igual hacerse mayor significa aceptar la obsesión como parte de tu vida, como manera de relacionarte con el mundo y las cosas que te atraen de él. 

Aquellas a las que la obsesión no ha tocado con su (des)gracia os digo: el mundo está plagado de mentes insaciables capaces de crear películas a toda prisa, irrealidades en las que podría perfectamente vivirse, universos enteros en los que vosotras habitáis sin saberlo. Dejadnos ser amables y desequilibradas, entended el aburrimiento que supondría dejar de alimentar las ilusiones que a su vez nos alimentan a nosotras y aceptad, sin tanta sorpresa a todas horas, la diversidad de inteligencias emocionales que coexisten en el mundo, en el mío y en el vuestro, válidas todas ellas, unas justo al lado de las otras.

Y digo esto porque me siento, una vez más, incapaz de verbalizar las tramas que ocurren en mi mundo fantástico. Cuando llaman al timbre, una película. Cuando suena el teléfono, otra. Y cuando miro si llueve. Y cuando pienso en coger un autobús. Y cuando la distancia es mínima pero nadie lo sabe pero todas lo intuimos. Y cuando me pongo enferma. Y cuando me aprendo de memoria cada acontecimiento exacto gracias al Muro. Y cuando pronuncio tu nombre en mi cabeza y sigue sonando igual de impoluto que el primer día y, a la vez, del todo perverso. 

Vomitar la obsesión es vomitarte. Y estoy a una arcada de sacarte por completo.

Aug 1, 2016

wet sunday

Ayer lloré. Ayer lloré mucho. Ayer lloré como hacía días, semanas, incluso meses que no lloraba. Y lo mejor (o lo peor) es que no sabía por qué lo hacía. Lloré después de desayunar. Lloré entre capítulo y capítulo de Mr. Robot. Lloré mucho después de ver una película de terror. Lloré por dependencia. Lloré desesperadamente, de rodillas, llenando de mocos el sofá. Caminé por la casa durante horas dándome golpecitos en el pecho, pellizcándome los brazos. Lloré tirada en la cama acariciándome los colmillos. Porque eso es lo que hago. Y te llamé. Y te escribí. Y me asomé a la ventana siete veces. Pero tú no estabas. Pensé en bajar a la calle pero llevaba demasiadas horas sin comer y no me sentía con fuerzas. Solo podía llorar y deambular. Intenté leer y no pude concentrarme. Volví a llamar pero seguías sin estar. Me tomé una pastilla para dormir. Volví a deambular. Al rato me tomé otra y apagué todas las luces de casa, cerré bien fuerte la ventana e intenté dormir. 

(...)

Sentí la vibración.
Aún no había conseguido dormir.
Bajé a esperar que vinieras a buscarme.
A los 29 minutos crucé la calle y ahí estabas. 

Mar 8, 2016

A:

Me encanta porque X me ha devuelto todas mis cosas, pero, a parte, todas las cosas que le había regalado hasta hoy (menos un libro, creo). Me ha devuelto todas las postales que le escribí durante mi estancia en Gales, que no son pocas, incluso las que les envié a sus padres, incluso la de su cumpleaños. En fin, todas. Lo que no me ha devuelto son las incontables lágrimas que vertí sobre su pijama aquél día que, sin ser el primero ni el último, estuvo horas llamándome mentirosa porque no le conté algo que ni mucho menos tenía la obligación de hacerlo, pero él quiso hacerme creer que sí y que lo había hecho mal y que me merecía esa humillación como castigo. Me ha devuelto la camiseta que le traje de Filipinas, pero no toda la paciencia que he tenido durante este último año aguantando enfados de niño de 12 años, viviendo el caos, las subidas y las bajadas, y todo sin quejarme, callada, a la espera de "la siguiente decisión". Mea culpa por haberme quedado, está claro, pero nunca dudé que mereciera la pena. Me ha devuelto su regalo de cumpleaños. Pero se ha quedado con todos los momentos que he tenido que leer y oír que no sabía si merecía la pena YO como persona, dudando si ser mi amigo o no, dudando si "darme esa oportunidad", como si ser amiga suya fuera un regalo del cielo. Pues oye, NO. Ser amiga tuya es bastante complicado (eufemismo). Ser amiga tuya en la situación en la que estábamos suponía aguantar muchas cosas que la gente que te quiere no te hace aguantar, porque te quiere y no quiere lastimarte. Ser amiga tuya, a veces, me ha supuesto dudar de mí misma. Dudar de si realmente estaba siendo mala persona por no contarte todo lo que tú querías saber. Dudar de si realmente soy buena amiga de mis amigos. Dudar de mi sinceridad. De mi validez. De los límites. De muchas cosas que alguien que te quiere refuerza y no pone en duda.
Yo te he querido mucho y no creo haberlo hecho tan mal. De verdad, no lo creo en absoluto. De haberte querido mal o de no haberte querido hubiera huido de tu lado mucho antes y me hubiera ahorrado todo esto y todo lo demás.
Recopilando. He aguantado insultos, llamadas recurrentes, desprecios a mi persona, desconfianzas, broncas y chantajes. Las personas tenemos un tope y el mío estaba ahí. Te avisé, como siempre, de que el mío estaba cerca e igual no te lo creíste. Llegó y no supiste aceptarlo. Llegué al límite y tu no querías verlo. Te lo expliqué. No quisiste entenderlo. No pasa nada. Mis amigos me quieren feliz y sana. A la vista está que tus prioridades volvían a ser tú, tú, y después tú. Como siempre.

Feb 22, 2016

domingo 21

Nuestros días favoritos, los domingos. Hemos pasado muchos domingos juntos. Hemos compartido muchas cosas en domingos.
Nuestro número favorito, el 21. 
El primer domingo fue 21, el último tenía que serlo, también. Es como un pacto impactado. Al final el que ha decidido no has sido ni tú ni yo, ha sido él, el domingo 21. El día en que empezó la película tenía que ser también el día en que saliera un FIN en medio.
Te dije que siempre había querido una historia así. Le gente me contaba sus movidas emocionales de relaciones tóxicas con personas de las que nunca se separaban y yo siempre pensaba que era como en las películas. Esa devastación interior. Ese no poder más y aún así seguir aguantando. Ese maltrato recíproco, psicológico-verbal. Ese hacerse el mártir porque me hundes pero yo sigo aquí y no me voy porque al final lo que me salva de la vida es esto. Lo que me salva de la vida eres tú. Eras tú. Ese egoísmo innato de contigo no, pero sin ti, tampoco. Esa dependencia físico-emocional inadmisible pero perfectamente deseada. Todo eso que yo veía en las pantallas lo quería para mí. Porque sentir tristeza y ansiedad e insomnio y debilidad y estrés y nervios y orgullo y agotamiento es, muchas veces, sentirse vivo. 
Lo que no contemplé es que las películas duran 2 horas y la vida es la vida y si te pasas tirando del hilo igual se rompe. El nuestro tiene nudos, partes descoloridas y otras muy desgastadas. El nuestro ha estado a punto de romperse muchas veces. Cuando ya hemos visto que demasiadas hemos decidido dejar de estirar. Dejar el maltrato. Dejar el amor mal entregado y mal recibido. Dejar de drogarnos el uno del otro y empezar a reconstruir cada uno su parte de hilo. Ese hilo puede que algún día vuelva a juntarse. En otra situación, de otra forma, en otras circunstancias, con otra finalidad. La madeja sabemos que siempre va a ser la misma. El vínculo. El vínculo Nunca puede desaparecer.

May 27, 2015

Más miedo a la locura que a la propia muerte.

Escucho toda esa música que hace que me rompa un poquito tras cada canción. Las manos me huelen a lejía porque alguien puso el trapo de la cocina en remojo y yo lo usé enseguida. Ahora me muerdo las uñas y me intoxico. Ya todo intoxicado. Me intoxico cada vez que entro en Instagram, sobre todo ayer. Me intoxico cada vez que entro en Tuiter, sobre todo ayer. Luego me hablas y no se me pasa si no que río y lloro y todo a la vez porque soy demasiado cobarde para tal. Y me mandas corazones y yo desearía que fueran corazones de amor pero no. Y me siento tan imbécil pero es ya tan tarde para no serlo que me da igual porque ya sé que lo soy, y tu también lo sabes. Vuelve a sonar la música y yo me he enamorado de un póster en la pared que ni siquiera me pertenece. Ni el póster ni la pared ni los votos ni aquél concierto porque nunca vamos a compartir nada más que cosas de Internet o sea cosas vacías, efímeras, hola y adiós. Ayer casi cumplo un récord, pero no. Y así la vida hasta el verano.

May 8, 2015

discovery channel

Ni siquiera me di cuenta en qué momento empecé a leerte diferente pero estoy segura de que para entonces no sabía ni tu nombre. Nunca te he llamado, todavía. Te leo y también te escribo. Me hablas y me entretienes. Me sé de memoria la canción del vídeo en el que sales hablando con J. En pocos días me sabré incluso tu discurso entretenedor. Leo tu pasado. Observo lo que hacías, con quién y dónde y me siento enferma. ¿Pero enferma de qué? Aún no he sabido interpretarlo. Los movimientos y el calor. Todo junto es nuevo. Yo sigo diciéndome que a estas alturas no puede ser posible. Pero hay unos límites que hace días que me salto. Porque te veo en todas partes sin parar y muy rápido te vas y no te quedas y yo te sigo pero no pero sí pero te veo luego otra vez y esta vez te vas pero más lentamente y me despierto y tengo que esperar hasta la noche para volver a verte y para que vuelvas a marcharte y así hasta el infinito y no me sirve de nada nada porque eso sólo lo controlas tú.

Apr 18, 2015

hoy es sábado

"Cómo vivir una historia de amor a distancia y no morir en el intento" no existe. Se muere. Se muere un poco cada día. Se muere de tristeza y de amor acumulado. No se puede vivir una historia que ni siquiera tiene nombre. Nadie cree en esta historia. Ni tú, ni siquiera yo. Aún tengo que decirte adiós, pero no puedo despedirme si ya te has ido. Otra vez. Otra vez. Y otra vez. Parece ser que voy corriendo detrás de las piedras. Mientras, solo sueño con llegar a casa. Y cada día un poquito más contigo, y cada día un poquito menos.

Apr 12, 2015

Hoy he ido a misa

Esta mañana soñaba que un chico de color me perseguía muy rápido. Tan rápido que me he asustado y me he despertado. Eran las 6. Despertarse un domingo a las 6 y no poder volver a dormirte es una putada, pero así ha sido. Tras abrir los ojos me he sentido desorientada. Incluso he llegado a pensar que estaba en casa, pero no. Esta mañana había muchas noticias para mí en internet, y no precisamente buenas. Después de la ansiedad y los deseos horribles de no estar más aquí. Después de sentirme profundamente sola, como no me he sentido en mucho tiempo, incluso en años, he decidido que ni quería, ni podía soportarlo, y me he ido a misa. Allí olía raro y había poca gente. He llegado cinco minutos tarde. A la media hora todo el mundo me ha dado la mano mientras susurraba "peace be with you" con una amplia sonrisa. Cuando digo todo el mundo es todo el mundo, cura incluido. Yo no soy creyente pero sí pecadora, por lo que en lugar de comulgar me he quedado sentada en la silla hasta que un hombre ha venido a buscarme y me ha dicho que aunque no quisiera comer el cuerpo de cristo como el resto de personas allí presentes tenía que ir a recibir la bendición del cura, que muy amablemente ha puesto su mano sobre mi hombro y, supongo, me ha bendecido. Al acabar la misa el cura se ha acercado a la última fila, donde me encontraba yo sentada, y me ha vuelto a dar la mano. Ha sido una mañana muy triste y muy extraña. No he oído la misa. Pero mientras mis pensamientos pisaban fuerte ahí arriba yo estaba allí sentada, en la última fila de esa iglesia, con una veintena de ancianos tocándome y sonriéndome, con esa luz que traspasa las ventanas avivando colores, con ese eco espiritual y esos gallos del coro, con ese olor a viejo y cirio quemado, con todos esos salmos distorsionados por los micrófonos.

Apr 11, 2015

Viendo películas no se arregla el mundo. Escribiendo tampoco.

A 6739 pensamientos por segundo no se puede vivir. Y menos cuando todos ellos, en lugar de complementarse se contradicen. Me toco los colmillos con los dedos índice y corazón de la mano izquierda y eso me calma. Segundos después recibo un mensaje de texto: tengo que ir a trabajar cuando el bebé se despierte. Eso no impide que mi cabeza siga planeando atrocidades, como diría Christina R. Soy adicta. Soy obsesiva. Soy idiota. Y no puedo parar de hablar de mí. Cuando me siento atada exijo libertad, pero cuando me abren la puerta me pierdo y enseguida amenazo con volver. Sin embargo, cuando a lo lejos veo que la puerta empieza a cerrarse opto por correr, pero en dirección contraria. No corro hacia puertas entreabiertas, ni corro cuando esa luz que poco a poco va apagándose duele tanto. Perderse está infravalorado. Yo a menudo me pierdo. Entonces es cuando más escribo, cuando más sangro, cuando más vomito.

Mar 25, 2015

mirror mirror

Me gustaría ser pelirroja y tener la cara inundada de pecas naranjas que contrastaran con mis ojos verdes. Me gustaría calzar un 36 y que me resultara imposible coger un balón con una sola mano. Me gustaría tener menos pecho y más mofletes, más pestañas y menos estrías. Me gustaría estar en casa, pensando en la joven pelirroja que nunca fui, mirándome las manos y los pies y verme deforme, buscando nuevas estrías en mis muslos mientras escucho esa canción tan bonita que me enseñaron ayer. Y sería un placer conocer esas nuevas líneas en mi piel si lo hiciera desde mi cama. Me miraría en el espejo orgullosa de mi cuerpo si lo hiciera en aquél que mi abuela compró para mi antigua habitación y que yo todavía no he estrenado. Sonreiría si estuviera en casa, pero no lo estoy, y todos los espejos de esta casa extranjera me devuelven de todo menos sonrisas.

Feb 1, 2015

Skype x

No te encuentras bien, no quieres hablar conmigo, no quieres que te vea. Sin embargo no me cuelgas. Y yo tampoco te cuelgo, pero ni te veo ni te oigo. No puedo colgarte porque siento que la mínima conexión de oír la nada de tu habitación es suficiente para este domingo por la tarde, porque compartir ese silencio es mejor que no compartir nada, porque confío en que de pronto te levantes de la cama mientras me oyes teclear y decidas destapar la cámara de nuevo y entristecerte conmigo, porque nadie te obliga a estar feliz en todo momento, ni a tomarte bien la distancia, ni a quererme bien en estas circunstancias. Porque sabemos que es jodidamente difícil quererse tanto y estar tan lejos. Cierra los ojos y vuela conmigo, vamos a inventar algo inmortal. Te quiero infinito.

Jan 28, 2015

Love stuff I

Pensé que resultaría más difícil. Pensaste que resultaría más fácil. ¿Qué nos define? El cordón umbilical que nos mantiene unidos traducido en 1555 km. Ese cable transparente que me recuerda cada día quién soy, quién eres. ¿Somos? Somos. El monstruo al que sacrificamos cada vez que osa aparecer. Las infinitas palabras que utilizamos para excusarnos, para entristecernos, para querernos. Que me veas a través de la pantalla. Que te vea a través de las palabras. La interminable cuenta atrás, y la siguiente. El deseo de que sea verano, salga el sol y nosotros de la mano, acortemos el cordón al máximo y puedas tocarme más a menudo. Echarte de menos por encima de mis posibilidades. 

(...)

Soñando con la elipsis. 

Jan 20, 2015

Seriephilia

Engancharte a cuatro series como método, como alternativa. ¿Cómo dejar de pensar? ¿Cómo dejar de rascarte hasta ver sangre? Fácil. Deja que la pantalla de tu ordenador te absorba capítulo a capítulo. Cambia a tu familia por Lena, Ilana o Patrick. Ríe porque ellos se ríen y llora cuando ellos lloren. Cambia tus motivos. Cambia tus búsquedas. Limita tus preocupaciones. Empatizar con personajes de ficción es fácil. Ellos no te dañan ni te juzgan. Ellos te divierten, te hablan, te recuerdan a ti misma y te hacen sentir estúpida mientras te ayudan. Adóptalos como compañeros de viaje. Facilita tu vida.

Jan 18, 2015

See you soon

El 16 de noviembre apareciste tras años de silencio. Hablamos. Sentimos curiosidad. La necesidad de saber. ¿Dónde estás? A todas horas. Buenas noches. Buenos días. Tengo ganas de verte. Cuelga tú. Te pre-quiero. Hasta mañana, corazón.
El 21 de diciembre empezamos a fundirnos. El 21 de diciembre empieza una historia, una vida, un Todo. Ese 21 fue el mejor 21 de todos los 21. De todos.
Hoy me marcho. Es 18 de enero y estoy en un tren que me lleva al aeropuerto donde cojo un avión hacia otro país, no muy lejos pero lo suficiente, no muy lejos pero demasiado, no muy lejos pero bastante.
Entre el 21 y el 18 han pasado cuatro semanas durante las que me has regalado momentos que nunca nunca nunca voy a olvidar. Momentos que han sido preciosos porque has estado a mi lado, porque has estado conmigo, porque los hemos compartido.
Gracias infinitas por el esfuerzo y las ganas, por entenderme cuando nadie lo ha hecho, por escucharme cuando realmente lo necesito, por contagiarme de positivismo cuando lo veo todo negro, por abrazarme con todo ese amor reconfortante.
Te voy a echar tanto de menos que no podría decírtelo con palabras, ni con 65 ni con un millón. Sin embargo me voy confiando en que cuando vuelva nada habrá cambiado, esperando que me abraces y me mires como lo has hecho hasta hoy. Cruzaré los dedos. Pediré lo mismo cada vez que sople velas, cada vez que las pestañas me regalen deseos.

Estoy yéndome y no puedo dejar de pensar en volver ya ya ya.

Hasta pronto. Muy pronto. T'estimo.


Nov 2, 2014

the mark

Lo primero que hago al llegar a casa es contarme las marcas. Esta vez alcanzo a contar hasta siete. Me transformas el cuerpo cada vez que te encuentro. Me golpeas levemente y me produces hematomas. Me arañas y sangro. Me muerdes y maúllo. Me pregunto cuántas marcas te habré dejado yo esta vez. Me pregunto cuando llegara La Marca, la que tú me dejaste aquel domingo pactado. La que aún conservo, imperceptible, profunda, bien adentro.

Oct 29, 2014

wrong Karma

Cuando te rompen el corazón por primera vez el mundo te parece feo y gris y cruel y tú ya no quieres vivir más en él. Todo se deshace enfrente de ti mientras tu no puedes mover ni una sola pestaña, todas empapadas, agua salada bajando por tu vientre, sin parar. No hay suficientes armarios en los que poder esconderse, ni suficientes brazos a los que poder abrazarte, ni siquiera suficientes sustancias que te ayuden a olvidar al malvado que se atrevió a dañarte. Vivir deja de ser una opción y empiezas a sobrevivir, como puedes, como te dejan, como puede vivir alguien con el corazón roto.
Cuando te rompen el corazón por segunda vez el golpe duele más pero es más breve. Duele más porque después del primer impacto tu corazón ya no es el de antes, tu corazón ya no se enamora con la misma facilidad y si ha escogido a alguien es porque ese alguien realmente parecía merecerlo. Parecía merecer ese riesgo, ese salto al vacío, ese abismo y todo lo demás. Parecía merecer la espera, la agonía y la impaciencia. Mi corazón y yo dimos el paso porque, ingenuos como somos y seremos siempre, no imaginábamos que no habría nada tras la puerta, ni suelo, ni muros, ni ventanas, ni siquiera una cuerda a la que poder agarrarse. Pero el golpe es más rápido, porque ya sabes lo que es vivir sin corazón, y entiendes perfectamente qué debes hacer, aunque te cueste la vida. Ahora mi corazón y yo estamos rotos de nuevo, pero tengo buenas noticias, me ha prometido que no piensa enamorarse en mucho mucho tiempo, y espero de veras que por lo menos él si cumpla sus promesas.

Sep 29, 2014

more than words

Nadie conoce el poder de las palabras hasta que se enamora leyendo. Sé que hay cosas que no se pueden decir con palabras, simplemente hay que gritarlas a través de los ojos, o de las manos, o de los fluidos corporales. Puede que para sentir amor por otra persona necesite entrar en juego el sentido del tacto. Para alguien que adora tocar y observar es difícil aceptar que se pueda llegar a sentir tanto a través de las palabras. A veces leídas, otras veces oídas, pero siempre palabras. Lo que las hace poderosas es que están llenas de significado, de belleza, de ideas bonitas, de sentido. Lo que las hace determinantes es que están llenas de Amor. La felicidad de leerte no es equiparable a nada en el mundo. Las ganas que tengo de tocarte, tampoco. 

Cuento los minutos...

Sep 27, 2014

I'm alive

Abismo 1 y abismo 2. El primero nos asustaba y al segundo nos sobran ganas para saltar. Cuando las cosas de dentro no paran de crecer y lo hacen tan rápido hay dos finales posibles, uno de los cuales ni contemplo. La imaginación me mantiene viva. Las ganas. La impaciencia. Los nervios. La espina dorsal. Las taquicardias. La imagen de tus manos entrelazando las mías. Las promesas. Las sonrisas inagotables. Esa voz. Las listas. El recuerdo. La luna. El contar los minutos y los días. Las palabras y todo lo que viene con ellas, que no es poco. La vibración. El calor y el color. La felicidad de saber todo lo que sé. La necesidad. La sorpresa. Cada mañana doy un paso adelante y cada noche repito el gesto. ¿Me acompañas?

Sep 24, 2014

un, dos, tres, cuatro y deja de contar


A Laura fue a la primera que conocí, corriendo como una loca por el patio de mi casa mientras me llamaba microbio con todo su amor infantil. Aunque en aquél momento le tenía bastante miedo (cosa imposible actualmente con la cara de buenaza que tiene), compartir uno de mis primeros recuerdos con ella me hace tremendamente feliz. A lo largo de los años nos hemos encontrado y desencontrado, pero siempre hemos estado ahí, y últimamente mucho más, y la hecho un de menos que no se lo imagina.
A Iris la conocí durante la pre-adolescencia, aunque la cosa no cuajó hasta que tuvimos los 16. La adoré desde el primer día que quedamos, en el Local, cuando Chuky era todavía un bebé. Las dos acabábamos de pasar por momentos no muy bonitos y conectar fue cuestión de minutos. Ocho años después doy gracias por aquél café, en aquél instante, en aquél lugar y de aquél modo.
A Alberto lo conocí con 15 años y me abrió los ojos. Encontrarlo fue una de las mejores cosas que me han pasado porque me cambió por completo. Descubrí un montón de cosas con él, cosas que nunca nunca nunca olvidaré. Con él nos quisimos desde el minuto uno y hasta el día de hoy. 

A los tres los conocí en momentos distintos de mi vida. Llegó un punto en el que el destino hizo de las suyas y empezamos a salir juntos, acompañados de otras muchas personas. Ese gran grupo que teníamos se fue transformando: unos cambiaron de amigos, algunos se fueron y no volvieron y alguien en particular se fue antes de lo que tocaba y nos está esperando arriba con la mejor de sus sonrisas. Nosotros, sin embargo, pese a haber conocido a un montón de gente nueva debido a los diferentes caminos que cada uno ha tomado, pese a habernos mudado en varias ocasiones, haber crecido, dejado de salir o acarreado con nuevas y preciosas responsabilidades, no nos hemos separado NUNCA. Sé que hubo un momento durante estos años que forman nuestra historia en el que algo hizo click y nuestra relación se volvió invencible, irrompible, infinita. No se qué momento exacto fue ese, pero aseguro que fue al principio, porque yo os adoro desde el día en que os conocí, y doy gracias a esta preciosa vida por poneros en mi camino, por regalarme vuestra compañía, por dejarme compartir mi tiempo vital con vosotros.

Gracias por quererme como lo hacéis. Sois lo más bonito que tengo, y lo más importante, lo más bonito que tendré durante toda la vida.


ANEURYSM