Jun 29, 2014

meeting

Pavor. Me da pavor el (re)encuentro. Me da pavor que me mires con tristeza, pero me horroriza fervientemente que lo hagas con rabia, desprecio, frialdad, distancia. No soporto la idea de volver a verte sin abrazos, ni besos, ni palabras. El último recuerdo que guardo contigo es tan bonito y especial. Recuerdo cada minuto bajo el sol, sobre la hierba, en el autobús, en el museo, por la ciudad, caminando con maletas, fotografiando cada parque, cada fuente, cada tienda. Mis lágrimas en la estación. Nuestro último momento juntos fue cálido. Parecíamos pareja y no lo éramos, solo actuábamos como tal. Ahora, después de varios meses, me toca verte de nuevo, y se que este recuerdo solapará al último, y no quiero, porque auguro una mala tarde, unas miradas desgastadas, unas palabras apenas pronunciadas. Sé que este último encuentro estropeará todos y cada uno de los recuerdos bonitos que tengo a tu lado, que son (casi) todos. Sé que esta tarde habrá sentencia. Sé que escribirás el punto y final, el definitivo. Pronunciarás el Adiós. Y no quiero, porque me da pavor imaginarme totalmente sin ti de ahora en adelante.

Jun 24, 2014

hwyl fawr - goodbye - adiós

Hace ya casi 60 horas que nos dimos el último abrazo, el último beso, el último Todo. En aquél momento en la estación no había nadie más: tú, yo y mis maletas; tú, yo y tu guitarra. Ni tan solo el autobús. Ni las luces de la ciudad. Ni los bares, ni los taxis, ni las líneas pintadas en el suelo. En ese momento el sol se avergonzaba de presenciar nuestro último adiós. Después de tres semanas despidiéndome casi a diario no me di cuenta, al pronunciar aquellas palabras, que serían las últimas, las últimas que saldrían de mi boca y entrarían en tu oído. Fue la última vez que aparecimos en el mismo plano, en una misma secuencia, incluso en la misma película. Pensé que no sería así. Imaginé que una vez en casa te echaría tanto de menos que me derretiría de pena. Me deshice pensando en cuántas lágrimas iba a derramar acordándome de tus brazos rodeándome por las mañanas, de tu sudor entrando en cada uno de mis poros. Pero me equivocaba. Estoy en casa y todo sigue igual que antes de conocerte. Echo de menos el sexo, eso sí. Que cocines para mí y verte comer. También me acuerdo mucho de las pecas en tu espalda. De tu cuello y de tu barbilla. Pero sólo me acuerdo de tu físico. Me cuesta acordarme de tu voz, ni siquiera sé si la recordé alguna vez. No hubo amor, ni ternura, ni conexión emocional, y no puedo echar de menos todo aquello que no existió. Todo aquello que no ocurrió de manera bidireccional. Todo aquello que no me diste. Todo aquello que le diste a alguien, donde aún sigue. Todo lo que no recuperaste.

Y para qué mentirnos, también echo de menos tu canción.

Jun 13, 2014

suddenly

Lo típico que vas con tus amigos por la calle más concurrida de la ciudad en la que vives y hay un chico tocando versiones de grupos como Red Hot Chilli Peppers o Coldplay. Lo miras. Te sonríe. Piensas: lo hace con todas. A la tarde siguiente volvéis a verlo y vuelve a sonreírte. Le echáis unas monedas y os da las gracias interrumpiendo su canción. El tercer día te saca la lengua e incluso se acerca a hablar con vosotras durante su merecidísimo descanso. No entiendes una mierda. Es galés. Te pones muy nerviosa. Enrojeces. Fatal. El cuarto día ya no vas acompañada (acierto). Te sientas durante hora y media a escucharlo y en cuanto acaba su jornada laboral (hacia las 4 pm) te invita a un helado. Rechazas la oferta pero lo acompañas. Con la excusa de que va con todos los bártulos (guitarra, micrófono y amplificador) te invita a su casa. Por el camino descubres que es vegetariano (epic win), y al ver tu entusiasmo se ofrece a prepararte la cena (deliciosa, by the way). Al llegar te encuentras, no solo con su padre, sino también con su abuelo (majísimos todos). Desde entonces lo has visto a diario. Te canta, te cocina y te hace el amor Increíblemente Bien. ¿Cómo no vas a engancharte a eso? ¿Cómo no va a joderte tener que mudarte en 9 días? ¿Cómo coño vas a poder llegar a casa y hacer ver que nada ha ocurrido? 

Jun 8, 2014

UTOPIA



Enterarte gracias a la televisión inglesa de que el mes que viene se estrena la segunda temporada de UTOPIA con 6 episodios de 45 minutos es una de las muchísimas y buenas razones para volver a ver la primera temporada. Desde la primera vez que vi el primer capítulo, hace ya un año, tuve ganas de que hubiera segunda temporada. Poco más que añadir...

Para todo aquel que aún no haya visto esta exquisitez la tiene en series.ly, como ya dije, en VOSE. Hoy he vuelto a ver el piloto y creo que aún lo he disfrutado más que el año pasado. Es una JOYA desde cualquier perspectiva: la fotografía (con ese amarillo limón everywhere) es bellísima, el guion excepcional, la música hipnótica, y qué decir de los acentos... me quedo, obviously, con el de Becky, por ser from Wales. Lo dicho, ¡me voy a por el segundo! 
ANEURYSM