Showing posts with label myself. Show all posts
Showing posts with label myself. Show all posts

Oct 26, 2020

tinc el cor a la panxa

Des que et conec sento l'òrgan principal al mig de l'estómac i quan et veig es fa tan gran que m'omple el cos. El cor m'omple el cos i ja no hi tinc óssos ni músculs, només un cor amb nom de tu. M'has entrat sense fer gens de soroll, i jo, que feia temps que mirava els núvols, no m'he adonat fins que ja ha estat massa tard. I m'he acostumat tan de pressa a què formis part de mi, que sembla com si sempre hagués estat així, com si mai no hagués existit sense tu, com si en néixer, tu haguessis nascut dins meu. La sensació de posseir-te no m'agrada però la tinc, l'abraço i me la quedo una estona, fins que aprengui que si ets aquí és perquè vols i no perquè jo vulgui tenir-te a dins.

Oct 21, 2020

quan no dic el que vull dir

Quan dic t'enyoro vull dir t'estimo.
Quan dic m'agrades vull dir t'estimo.
Quan dic et penso vull dir t'estimo.

Però no puc dir-te que t'estimo,
perquè llavors esgotaria aquest bell plaer d'imaginar que ens estimem, de fer veure que no però sí; llavors sempre et diria que t'estimo i oblidaria que també t'enyoro i que m'agrades i que et penso; llavors, potser, posaria punt i part a un paràgraf que encara és molt nou i té ganes de ser viscut; llavors deixaríem passar escenes d'aquesta pel·lícula que ens inventem juntes i de la qual vull memoritzar cada segon.

No t'he dit mai t'estimo i potser mai t'ho diré, però vull dir-te que t'estimo.

Feb 23, 2018

Vomitar la obsesión

Saliendo del bucle puedo escribir. Mientras digo adiós puedo escribir y sonar cuerda, ascendente capricornio, con los pies en el suelo. Puedo hablar habiendo decidido, pero ¿el qué? Yo no he decidido nada que no sea borrar tu teléfono, cuyos números guarda mi subconsciente, uno detrás de otro, junto a dos o tres informaciones más, todas igual de irrelevantes. Hay cosas que no quise borrar pero que formaban parte del pack: un poema, algunas fotos y un par de notas de voz. He podido recuperar el poema, el resto ha sido reemplazado. 

De joven pensé que este rasgo iría desapareciendo a medida que fuera ocupando mi espacio mental en otras cosas inminentes. Empecé a coleccionar trabajos, mudanzas, relaciones, películas tristes y terapias. ¿Era esto hacerse mayor? No lo sé. Pero igual hacerse mayor significa aceptar la obsesión como parte de tu vida, como manera de relacionarte con el mundo y las cosas que te atraen de él. 

Aquellas a las que la obsesión no ha tocado con su (des)gracia os digo: el mundo está plagado de mentes insaciables capaces de crear películas a toda prisa, irrealidades en las que podría perfectamente vivirse, universos enteros en los que vosotras habitáis sin saberlo. Dejadnos ser amables y desequilibradas, entended el aburrimiento que supondría dejar de alimentar las ilusiones que a su vez nos alimentan a nosotras y aceptad, sin tanta sorpresa a todas horas, la diversidad de inteligencias emocionales que coexisten en el mundo, en el mío y en el vuestro, válidas todas ellas, unas justo al lado de las otras.

Y digo esto porque me siento, una vez más, incapaz de verbalizar las tramas que ocurren en mi mundo fantástico. Cuando llaman al timbre, una película. Cuando suena el teléfono, otra. Y cuando miro si llueve. Y cuando pienso en coger un autobús. Y cuando la distancia es mínima pero nadie lo sabe pero todas lo intuimos. Y cuando me pongo enferma. Y cuando me aprendo de memoria cada acontecimiento exacto gracias al Muro. Y cuando pronuncio tu nombre en mi cabeza y sigue sonando igual de impoluto que el primer día y, a la vez, del todo perverso. 

Vomitar la obsesión es vomitarte. Y estoy a una arcada de sacarte por completo.

Aug 1, 2016

wet sunday

Ayer lloré. Ayer lloré mucho. Ayer lloré como hacía días, semanas, incluso meses que no lloraba. Y lo mejor (o lo peor) es que no sabía por qué lo hacía. Lloré después de desayunar. Lloré entre capítulo y capítulo de Mr. Robot. Lloré mucho después de ver una película de terror. Lloré por dependencia. Lloré desesperadamente, de rodillas, llenando de mocos el sofá. Caminé por la casa durante horas dándome golpecitos en el pecho, pellizcándome los brazos. Lloré tirada en la cama acariciándome los colmillos. Porque eso es lo que hago. Y te llamé. Y te escribí. Y me asomé a la ventana siete veces. Pero tú no estabas. Pensé en bajar a la calle pero llevaba demasiadas horas sin comer y no me sentía con fuerzas. Solo podía llorar y deambular. Intenté leer y no pude concentrarme. Volví a llamar pero seguías sin estar. Me tomé una pastilla para dormir. Volví a deambular. Al rato me tomé otra y apagué todas las luces de casa, cerré bien fuerte la ventana e intenté dormir. 

(...)

Sentí la vibración.
Aún no había conseguido dormir.
Bajé a esperar que vinieras a buscarme.
A los 29 minutos crucé la calle y ahí estabas. 

Mar 29, 2016

me aburro

Madre tuvo un aborto la semana pasada. Mi abuelo murió en enero y desde entonces la casa está muy vacía, muy grande, muy gris. El 60% de mis amigas son de internet. Suspendí el primer examen teórico del carné de conducir. Tengo que decidir entre mudarme a Granada o a Madrid en los próximos meses y no tengo la menor idea de qué hacer. Quiero viajar y no tengo ni tiempo ni dinero. Soy adicta a comprar cosas por internet. A esperar. A escoger algo de cualquier página web y así, cuando haya olvidado ese capricho, un repartidor vestido de naranja llamará a mi puerta y me entregará un nuevo libro y me hará feliz. Porque al final es así de sencillo. Estoy esperando a un alumno en casa. Posiblemente llegue tarde. Echo de menos infinito a mis amigas de la vida que por circunstancias ahora mismo no están físicamente a mi lado, aunque algunas estén cerquísima. Ojalá alguien me lleve el sábado al concierto y pueda ponerme ese vestido tan bonito que me compré ayer. Quiero tirar tantas cosas...

Mar 8, 2016

A:

Me encanta porque X me ha devuelto todas mis cosas, pero, a parte, todas las cosas que le había regalado hasta hoy (menos un libro, creo). Me ha devuelto todas las postales que le escribí durante mi estancia en Gales, que no son pocas, incluso las que les envié a sus padres, incluso la de su cumpleaños. En fin, todas. Lo que no me ha devuelto son las incontables lágrimas que vertí sobre su pijama aquél día que, sin ser el primero ni el último, estuvo horas llamándome mentirosa porque no le conté algo que ni mucho menos tenía la obligación de hacerlo, pero él quiso hacerme creer que sí y que lo había hecho mal y que me merecía esa humillación como castigo. Me ha devuelto la camiseta que le traje de Filipinas, pero no toda la paciencia que he tenido durante este último año aguantando enfados de niño de 12 años, viviendo el caos, las subidas y las bajadas, y todo sin quejarme, callada, a la espera de "la siguiente decisión". Mea culpa por haberme quedado, está claro, pero nunca dudé que mereciera la pena. Me ha devuelto su regalo de cumpleaños. Pero se ha quedado con todos los momentos que he tenido que leer y oír que no sabía si merecía la pena YO como persona, dudando si ser mi amigo o no, dudando si "darme esa oportunidad", como si ser amiga suya fuera un regalo del cielo. Pues oye, NO. Ser amiga tuya es bastante complicado (eufemismo). Ser amiga tuya en la situación en la que estábamos suponía aguantar muchas cosas que la gente que te quiere no te hace aguantar, porque te quiere y no quiere lastimarte. Ser amiga tuya, a veces, me ha supuesto dudar de mí misma. Dudar de si realmente estaba siendo mala persona por no contarte todo lo que tú querías saber. Dudar de si realmente soy buena amiga de mis amigos. Dudar de mi sinceridad. De mi validez. De los límites. De muchas cosas que alguien que te quiere refuerza y no pone en duda.
Yo te he querido mucho y no creo haberlo hecho tan mal. De verdad, no lo creo en absoluto. De haberte querido mal o de no haberte querido hubiera huido de tu lado mucho antes y me hubiera ahorrado todo esto y todo lo demás.
Recopilando. He aguantado insultos, llamadas recurrentes, desprecios a mi persona, desconfianzas, broncas y chantajes. Las personas tenemos un tope y el mío estaba ahí. Te avisé, como siempre, de que el mío estaba cerca e igual no te lo creíste. Llegó y no supiste aceptarlo. Llegué al límite y tu no querías verlo. Te lo expliqué. No quisiste entenderlo. No pasa nada. Mis amigos me quieren feliz y sana. A la vista está que tus prioridades volvían a ser tú, tú, y después tú. Como siempre.

Feb 22, 2016

domingo 21

Nuestros días favoritos, los domingos. Hemos pasado muchos domingos juntos. Hemos compartido muchas cosas en domingos.
Nuestro número favorito, el 21. 
El primer domingo fue 21, el último tenía que serlo, también. Es como un pacto impactado. Al final el que ha decidido no has sido ni tú ni yo, ha sido él, el domingo 21. El día en que empezó la película tenía que ser también el día en que saliera un FIN en medio.
Te dije que siempre había querido una historia así. Le gente me contaba sus movidas emocionales de relaciones tóxicas con personas de las que nunca se separaban y yo siempre pensaba que era como en las películas. Esa devastación interior. Ese no poder más y aún así seguir aguantando. Ese maltrato recíproco, psicológico-verbal. Ese hacerse el mártir porque me hundes pero yo sigo aquí y no me voy porque al final lo que me salva de la vida es esto. Lo que me salva de la vida eres tú. Eras tú. Ese egoísmo innato de contigo no, pero sin ti, tampoco. Esa dependencia físico-emocional inadmisible pero perfectamente deseada. Todo eso que yo veía en las pantallas lo quería para mí. Porque sentir tristeza y ansiedad e insomnio y debilidad y estrés y nervios y orgullo y agotamiento es, muchas veces, sentirse vivo. 
Lo que no contemplé es que las películas duran 2 horas y la vida es la vida y si te pasas tirando del hilo igual se rompe. El nuestro tiene nudos, partes descoloridas y otras muy desgastadas. El nuestro ha estado a punto de romperse muchas veces. Cuando ya hemos visto que demasiadas hemos decidido dejar de estirar. Dejar el maltrato. Dejar el amor mal entregado y mal recibido. Dejar de drogarnos el uno del otro y empezar a reconstruir cada uno su parte de hilo. Ese hilo puede que algún día vuelva a juntarse. En otra situación, de otra forma, en otras circunstancias, con otra finalidad. La madeja sabemos que siempre va a ser la misma. El vínculo. El vínculo Nunca puede desaparecer.

Oct 24, 2015

silencio y tacto

Me pregunto qué echo más de menos, si el tiempo, si el espacio, quizás al ser, quizás a ti. Me cuesta mucho focalizar mi trayectoria mental pero es cierto que todas las vías me llevan a. Al tiempo compartido, al espacio ocupado a medias. A ti, que me mimas con palabras y me quieres con hechos. 
Me pregunto qué echaré más de menos cuando me vaya. Me pregunto si te buscaré, y si lo hiciera, por qué no lo hice antes, por qué no lo hago ahora que te encuentro, a veces. Puede que estés a medias y puede que las probabilidades de que estés del todo sean muchas y puede que me vende los ojos y me tape los oídos y me agarre el corazón para no darme cuenta de que ya va siendo hora de decidir.
Dos destinos me llaman y tú estás en el punto de partida y sé que ahora toca correr y puede que el futuro lo cambie todo pero a la vez respiro en paz porque sé que en realidad el vínculo es irrompible.
Ayer te leí un poema interminable que hablaba sobre una chica que imaginaba a todos los chicos a los que había besado desde 1999 en una misma habitación. Hoy me invento el mismo poema pero sin todos los chicos excepto tú. E imagino cómo te metería en una habitación minúscula y sin luz y te diría todas las verdades que siempre esperas de mi boca entreabierta. Y casi siempre habría silencio porque es mi idioma favorito. Y casi siempre habría tacto porque es mi sentido favorito. Y casi nunca habría lógica porque somos contradicciones que casi nunca se complementan. O igual a veces. O igual siempre. Y después de mi discurso asegurarías que no te he aportado información nueva porque tú ya lo sabes todo, porque no hace falta verbalizarme para convertirme en verdad.

May 8, 2015

discovery channel

Ni siquiera me di cuenta en qué momento empecé a leerte diferente pero estoy segura de que para entonces no sabía ni tu nombre. Nunca te he llamado, todavía. Te leo y también te escribo. Me hablas y me entretienes. Me sé de memoria la canción del vídeo en el que sales hablando con J. En pocos días me sabré incluso tu discurso entretenedor. Leo tu pasado. Observo lo que hacías, con quién y dónde y me siento enferma. ¿Pero enferma de qué? Aún no he sabido interpretarlo. Los movimientos y el calor. Todo junto es nuevo. Yo sigo diciéndome que a estas alturas no puede ser posible. Pero hay unos límites que hace días que me salto. Porque te veo en todas partes sin parar y muy rápido te vas y no te quedas y yo te sigo pero no pero sí pero te veo luego otra vez y esta vez te vas pero más lentamente y me despierto y tengo que esperar hasta la noche para volver a verte y para que vuelvas a marcharte y así hasta el infinito y no me sirve de nada nada porque eso sólo lo controlas tú.

Apr 24, 2015

La dificultad de estar agotada

Llevo dos semanas con el corazón en remojo. Lo que hace es absorber, absorber todo lo que le llega, todo lo que le tiran, todo lo que estrujan contra él. Mi corazón está cansado del ácido y luego el azúcar, del virus y luego la cura, de la asfixia y luego el aire. Mi corazón está, con razón, mareado y pequeñito. Y yo, cansada. Cansada de la contradicción en la que has convertido mi vida. Abro la ventana y me he olvidado de cómo volar. Abro las manos y me he olvidado de como recibir. Vacía por un tiempo. Me repito cada mañana que necesito estar vacía de amor. Porque cuando te dan 100 y te quitan 200 y no entiendes cada una de las reacciones que se han generado, una tras otra, ni los paisajes, ni entiendes ya las palabras, entonces necesitas dejar de sentir, dejar de escuchar y dejar de hablar. Cada día cuesta más y cuesta menos. Cada día es más difícil entender cómo se ha llegado hasta aquí. Cada día es más fácil saber que una vez iniciado el viaje no había otra última parada que ésta.

Hasta pronto. O no. Estoy tan cansada que igual ni me despierto.

Apr 18, 2015

hoy es sábado

"Cómo vivir una historia de amor a distancia y no morir en el intento" no existe. Se muere. Se muere un poco cada día. Se muere de tristeza y de amor acumulado. No se puede vivir una historia que ni siquiera tiene nombre. Nadie cree en esta historia. Ni tú, ni siquiera yo. Aún tengo que decirte adiós, pero no puedo despedirme si ya te has ido. Otra vez. Otra vez. Y otra vez. Parece ser que voy corriendo detrás de las piedras. Mientras, solo sueño con llegar a casa. Y cada día un poquito más contigo, y cada día un poquito menos.

Apr 12, 2015

Hoy he ido a misa

Esta mañana soñaba que un chico de color me perseguía muy rápido. Tan rápido que me he asustado y me he despertado. Eran las 6. Despertarse un domingo a las 6 y no poder volver a dormirte es una putada, pero así ha sido. Tras abrir los ojos me he sentido desorientada. Incluso he llegado a pensar que estaba en casa, pero no. Esta mañana había muchas noticias para mí en internet, y no precisamente buenas. Después de la ansiedad y los deseos horribles de no estar más aquí. Después de sentirme profundamente sola, como no me he sentido en mucho tiempo, incluso en años, he decidido que ni quería, ni podía soportarlo, y me he ido a misa. Allí olía raro y había poca gente. He llegado cinco minutos tarde. A la media hora todo el mundo me ha dado la mano mientras susurraba "peace be with you" con una amplia sonrisa. Cuando digo todo el mundo es todo el mundo, cura incluido. Yo no soy creyente pero sí pecadora, por lo que en lugar de comulgar me he quedado sentada en la silla hasta que un hombre ha venido a buscarme y me ha dicho que aunque no quisiera comer el cuerpo de cristo como el resto de personas allí presentes tenía que ir a recibir la bendición del cura, que muy amablemente ha puesto su mano sobre mi hombro y, supongo, me ha bendecido. Al acabar la misa el cura se ha acercado a la última fila, donde me encontraba yo sentada, y me ha vuelto a dar la mano. Ha sido una mañana muy triste y muy extraña. No he oído la misa. Pero mientras mis pensamientos pisaban fuerte ahí arriba yo estaba allí sentada, en la última fila de esa iglesia, con una veintena de ancianos tocándome y sonriéndome, con esa luz que traspasa las ventanas avivando colores, con ese eco espiritual y esos gallos del coro, con ese olor a viejo y cirio quemado, con todos esos salmos distorsionados por los micrófonos.

Apr 11, 2015

Viendo películas no se arregla el mundo. Escribiendo tampoco.

A 6739 pensamientos por segundo no se puede vivir. Y menos cuando todos ellos, en lugar de complementarse se contradicen. Me toco los colmillos con los dedos índice y corazón de la mano izquierda y eso me calma. Segundos después recibo un mensaje de texto: tengo que ir a trabajar cuando el bebé se despierte. Eso no impide que mi cabeza siga planeando atrocidades, como diría Christina R. Soy adicta. Soy obsesiva. Soy idiota. Y no puedo parar de hablar de mí. Cuando me siento atada exijo libertad, pero cuando me abren la puerta me pierdo y enseguida amenazo con volver. Sin embargo, cuando a lo lejos veo que la puerta empieza a cerrarse opto por correr, pero en dirección contraria. No corro hacia puertas entreabiertas, ni corro cuando esa luz que poco a poco va apagándose duele tanto. Perderse está infravalorado. Yo a menudo me pierdo. Entonces es cuando más escribo, cuando más sangro, cuando más vomito.

Mar 25, 2015

mirror mirror

Me gustaría ser pelirroja y tener la cara inundada de pecas naranjas que contrastaran con mis ojos verdes. Me gustaría calzar un 36 y que me resultara imposible coger un balón con una sola mano. Me gustaría tener menos pecho y más mofletes, más pestañas y menos estrías. Me gustaría estar en casa, pensando en la joven pelirroja que nunca fui, mirándome las manos y los pies y verme deforme, buscando nuevas estrías en mis muslos mientras escucho esa canción tan bonita que me enseñaron ayer. Y sería un placer conocer esas nuevas líneas en mi piel si lo hiciera desde mi cama. Me miraría en el espejo orgullosa de mi cuerpo si lo hiciera en aquél que mi abuela compró para mi antigua habitación y que yo todavía no he estrenado. Sonreiría si estuviera en casa, pero no lo estoy, y todos los espejos de esta casa extranjera me devuelven de todo menos sonrisas.

Feb 1, 2015

Skype x

No te encuentras bien, no quieres hablar conmigo, no quieres que te vea. Sin embargo no me cuelgas. Y yo tampoco te cuelgo, pero ni te veo ni te oigo. No puedo colgarte porque siento que la mínima conexión de oír la nada de tu habitación es suficiente para este domingo por la tarde, porque compartir ese silencio es mejor que no compartir nada, porque confío en que de pronto te levantes de la cama mientras me oyes teclear y decidas destapar la cámara de nuevo y entristecerte conmigo, porque nadie te obliga a estar feliz en todo momento, ni a tomarte bien la distancia, ni a quererme bien en estas circunstancias. Porque sabemos que es jodidamente difícil quererse tanto y estar tan lejos. Cierra los ojos y vuela conmigo, vamos a inventar algo inmortal. Te quiero infinito.

Jan 28, 2015

Love stuff I

Pensé que resultaría más difícil. Pensaste que resultaría más fácil. ¿Qué nos define? El cordón umbilical que nos mantiene unidos traducido en 1555 km. Ese cable transparente que me recuerda cada día quién soy, quién eres. ¿Somos? Somos. El monstruo al que sacrificamos cada vez que osa aparecer. Las infinitas palabras que utilizamos para excusarnos, para entristecernos, para querernos. Que me veas a través de la pantalla. Que te vea a través de las palabras. La interminable cuenta atrás, y la siguiente. El deseo de que sea verano, salga el sol y nosotros de la mano, acortemos el cordón al máximo y puedas tocarme más a menudo. Echarte de menos por encima de mis posibilidades. 

(...)

Soñando con la elipsis. 

Jan 21, 2015

21.01.15

Hace (casi) un mes (aún faltan unas horas, que entonces parecían las más largas) apareciste en el aeropuerto de Barcelona en mi búsqueda. Lo que al principio fue desorientación y timidez enseguida se tornó en confianza y ganas de. Ganas de muchas cosas. Teníamos una lista que no seguimos (seguramente por mi culpa). Una lista abierta que siempre podemos retomar (en cuanto vuelva). Aún así hicimos todas las cosas que pudimos en esos 28 días que decidiste compartir conmigo. Ahora cada 21 será un motivo de alegría, de celebración, de mirar al frente y decir, sí puedo, sí quiero.

Cruzo los dedos para que los próximos cinco 21 pasen tan rápido que cierre los ojos y mañana esté abrazándote muy fuerte para no soltarte nunca.

Jan 20, 2015

Seriephilia

Engancharte a cuatro series como método, como alternativa. ¿Cómo dejar de pensar? ¿Cómo dejar de rascarte hasta ver sangre? Fácil. Deja que la pantalla de tu ordenador te absorba capítulo a capítulo. Cambia a tu familia por Lena, Ilana o Patrick. Ríe porque ellos se ríen y llora cuando ellos lloren. Cambia tus motivos. Cambia tus búsquedas. Limita tus preocupaciones. Empatizar con personajes de ficción es fácil. Ellos no te dañan ni te juzgan. Ellos te divierten, te hablan, te recuerdan a ti misma y te hacen sentir estúpida mientras te ayudan. Adóptalos como compañeros de viaje. Facilita tu vida.

Nov 2, 2014

the mark

Lo primero que hago al llegar a casa es contarme las marcas. Esta vez alcanzo a contar hasta siete. Me transformas el cuerpo cada vez que te encuentro. Me golpeas levemente y me produces hematomas. Me arañas y sangro. Me muerdes y maúllo. Me pregunto cuántas marcas te habré dejado yo esta vez. Me pregunto cuando llegara La Marca, la que tú me dejaste aquel domingo pactado. La que aún conservo, imperceptible, profunda, bien adentro.

Oct 27, 2014

lots of things

Busqué entre los cajones y encontré muchas cosas. Al principio todas eran preciosas, con bonitas formas. Algunas incluso brillaban. A partir del cuarto cajón empecé a encontrar cacas de gato, y en el quinto había un cadáver de codorniz. Empecé a encontrar muerte en los cajones  y me asusté, aunque seguí buscando. Seguí encontrando pequeños cuerpos sin vida enterrados en suciedad y entonces ya nada brillaba. Empecé a avisar a todo el mundo de lo que me estaba ocurriendo y nadie parecía entenderlo. Estaba menstruando y la luna estaba a punto de llenarse, por lo que yo no concebía el sueño por las noches. Seguí buscando hasta que me cansé de encontrar mierda y paré. Paré para dormir, pero no pude. Paré para descansar, pero nunca descanso cuando menstrúo.


ANEURYSM