Mar 20, 2013

dust dust dust

Una de las diferencias que separan las buenas de las malas noticias es el tiempo de adaptación. Qué fácilmente se hace uno a la idea de algo positivo y qué jodidamente lento es el proceso de asumir algo negativo. No me costó ni un minuto hacer millones de planes para estos meses contigo. Pero después del chaparrón llevo tres semanas negando lo evidente, que hoy esos planes no son más que polvo invisible y yo, yo ya no soy yo, yo ya no sé ni qué, ni quién soy. Yo me he perdid-o.

2 comments:

  1. No hay nada que valga contra la desilusión y los planes rotos, pero mucho ánimo :*

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ANEURYSM