Quizá lo más normal para empezar un blog sería presentarse, o autopresentarse para ser más exactos, pero mi egocentrismo aún está haciendo el perro en la cama. Así que hablaré, o mejor dicho, escribiré sobre la puta tristeza que me producen los recuerdos melancólicos que invaden "nosequé" parte del cerebro cuando recordamos, por así decirlo, momentos chachipilonguis de hace algunos años. No sé si es bueno ver cuánto cabiamos, y encima solos, porque tengo la sensación de que todos vosotros os quedasteis en 2006, y que soy la única que vive en el tiempo real, y menuda putada.
Aunque en muchas ocasiones me mantengo a vuestro lado, siempre ausente y transparente, para disfrutar con vosotros, como solía hacer, como (nos) solía pasar..
(Y esto me pasa por abrir un puto álbum de fotos más que olvidado, o eso creía.)
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