Apr 24, 2009

Odio esa extrema inocencia que hace de mí un ser ilusorio, que se cree especial solo a base de dudosas conexiones oculares. Odio esas conexiones oculares, que buscas y buscas, y que cada vez que encuentro son como una derrota más: no he podido evitar lo evitable, no he podido evitarte, no he podido desengancharme de ti. Odio tener que admitir todo esto, ver que vivo autoengañada creyéndome única en mi especie, pensando que soy a quien buscas, ¡pero coño, menuda estupidez! sí, soberana estupidez la mía, alimentándome así de tales fugacidades. Odio que después de darme cuenta, no una, sino diez veces de tu evidente grado de gilipollez, no logre convencerme de ello y siga luchando para ver entre tantas mentiras un rayo de luz que al fin te ilumine, pero no, soy consciente, ahora sí, completa, aunque no convencidamente (nunca se está lo suficientemente convencido de rechazar algo que anhelamos), de que tú nunca cambiarás, ni caerás, de que eres tú quien se cree único y de que soy yo quien va cebándote a base de estupideces dignas de quinceañera. ¿Por qué coño me maltratas? Y lo peor de todo no es esto, lo peor de todo es que ya es la segunda vez que caigo y la 943865 vez que perdono tus impertinencias. La verdad, no lo entiendo, no asimilo cómo pude coger tal dependencia de alguien como tú, y hasta me siento culpable por pensar todo esto, por pensar todo esto acerca del ser perfecto, ese ser al que tengo tan idealizado que ya ni me importa con quién coño se acueste, que seguiría pronunciando cada vez las mismas palabras: no pasa nada.
Pues sí, sí que pasa, que una se cansa de ser "el objeto", para plantearse salir del abismo al que me arrastraste un doce de abril que preferiría enterrar para siempre, hoy y ahora.

no sabes cuánto

1 comment:

  1. creo que todo esto tenia que salir algún dia.
    Vales demasiado para que nadie te utilize, m'en alegro de que te hayas dao cuenn.
    =)

    ReplyDelete

ANEURYSM